¿Sabes cuáles son los platos y tragos típicos para estas fechas en la “tierra de las mil islas”?
Nochebuena se caracteriza por el goce y la gratitud. Por ser un momento de reunión con los seres más queridos, donde se comparte y disfruta de ese vínculo cariñoso propio de cada familia. El acompañante por excelencia de esta festividad es la comida, por algo, es mundialmente conocido y acuñado el término de “cena navideña”. La cultura y tradición son los elementos que determinan el tipo de alimento y su preparación. Croacia tiene un paladar muy particular y heterogéneo, pues la diversidad de influencias es muy amplia, además de la geografía, pues no es lo mismo degustar un plato del continente a uno de las áreas costeras.
Platos principales: Guisos de pescados y carnes
Si visitásemos diez casas croatas, es probable que al menos cinco de ellas se hayan decantado por esta mezcla. Por ejemplo, tenemos el Bakalar, o bacalao salteado, el cual, es común servirlo en un guiso con papas y finas hierbas. También, en el este de la región (Eslavonia) está el Fiš Paprikaš, una variación del guiso de pescado, dónde se le agrega paprika como condimento estelar.
Por otro lado, en las regiones nortinas de Zagorje y Međimurje, es popular el pato con pasta especial y ensalada de repollo morado, conocido como Patka s mlincima. La particularidad de este plato, es que la pasta (Mlinci) consta de finas tiras de pan que se cuecen en forma de tallarines, en algunas ocasiones, se le agrega grasa de cerdo para sazonar.
Odojak na ražnju, o cerdo rostizado es otra opción carnívora muy común. Se cocina por horas a fuego abierto, hasta que la piel quede dorada y crujiente. Como el animal se asa entero, es importante que el fuego se mantenga bajo, para no cocinar algunas partes más que otras. Suele condimentarse a gusto, aunque la sal es el recomendado.
El infaltable toque dulce
Postres, postres, postres. Los más esperados por muchos luego de una abundante comida. Para los croatas, la tradición está en los Fritules, (buñuelos) y en los hroštules (nudos azucarados). Ambos son muy simples de preparar y repartir, pues constan de masas sencillas hechas de huevos harinas y azúcar, a las que se le agregan distintos ingredientes, cómo frutos secos, cáscaras de naranja, o en algunos casos, licor. La diferencia radica en que el primero se hornea y el segundo se fríe, lo que da una consistencia y textura distinta.
Siendo un poco más universales, en Croacia también es frecuente comer un pedacito de Strudel (por lo general, de manzana) en estas fechas.
¡Salud!
Para acompañar a la comida, es esencial un buen trago. Acá las opciones son mucho más ambiguas, pero hay un par que suelen repetirse. De forma similar a numerosas localidades europeas, el vino es muy común. De hecho, hay una tradición en Split, donde se toma el Varenik; un vino caliente con miel y pimienta para acompañar los Fritules.
Cabe mencionar, además, a la bebida alcohólica tradicional de la península balcánica, el Rakija. Este famoso destilado parecido al Brandy se obtiene tras la fermentación de frutas, como uvas, higos, nuez, membrillo, etc. Sin duda ha estado presente en varias copas eslavas al momento de brindar.
Croacia no solo está presente en el mar adriático, si no también, en el de los sabores. La multiculturalidad del país hace que, la tradicional cena navideña, en términos gastronómicos, presente muchas opciones y variedades, marcadas por la región, influencia de países vecinos y la historia.
