Martina Valdés, del tapete de nuestro club al Team Chile
En el año 2022, obtuvo la medalla de bronce en los juegos Odesur de Paraguay, en la modalidad de conjunto.
Su mamá practicó gimnasia rítmica, por ende, desde pequeña tuvo la influencia del deporte en sus alrededores. Sin embargo, a diferencia de muchos casos de deportistas generacionales, al principio, no fue un incentivo directo. De hecho, gracias a una amistad martina descubrió su verdadera pasión. “Una amiga en verano me enseñó a hacer la voltereta y dije, está cuestión me gusta, yo hacía natación antes” comenta la ahora seleccionada nacional. Agrega, además, que cuando inició, no era claro el rumbo a seguir, “Me gustaba la gimnasia más que la natación, pero mi mamá no me quiso meter, me dijo, vas a sufrir, y sí sufrí, jajaja”.
Pero el deseo de practicar y competir que ella sentía no se podía reprimir, y tras pensarlo bien, finalmente accedió. De esta forma, con ocho años llegó a nuestro club.
En ese entonces, la entrenadora principal era María José Rivera, quién notó de inmediato que la nueva deportista prometía. En palabras de la instructora “Desde chiquitita demostró tener mucho talento y condiciones, de hecho, una de las aptitudes más importantes de esta disciplina es ser muy flexible, y para ella eso se dio de manera innata”.
El triunfo es de ambas partes
Tener una formación inicial íntegra es crucial para las gimnastas, pues es ahí donde nacen los hábitos, que acompañan a los atletas de por vida. Para Martina, la Coté, que es el apodo con el que se refiere a su entonces entrenadora, no solo le enseñó lo propio de la disciplina, sino que también valores y apoyo, frente a la fuerte carga emocional de las competencias. Se generó un vínculo muy profundo entre ellas, que hasta el día de hoy se mantiene. “Imagínate que ella llegó al croata sin saber nada de la gimnasia rítmica. Todo lo que aprendió fue por qué yo se lo enseñé. Y fueron años y años y horas y horas de entrenamiento y sacrificio, hasta que logramos que la Marti sacara su mayor potencial y se convierta en la deportista que es hoy en día, de alto rendimiento, de élite”, explica María José, quien también enfatiza en cómo la cercanía que hay es muy familiar, pues, desde su punto de vista de formadora, vio a Martina crecer no solo como deportista.
“Yo la conocí como niña, después la conocí como preadolescente, como adolescente y ella va creciendo mucho y uno como técnico también tiene una labor super importante de ir formando a estos deportistas como personas”. El esfuerzo, sacrificio y los momentos difíciles que el proceso conlleva, da frutos, que van más allá de las medallas o los trofeos; es un orgullo y una alegría tan pura que no se puede explicar con palabras.
No es fácil
Martina actualmente representa al Team Chile en las diversas competencias nacionales e internacionales y forma parte del Club Fénix, quién se especializa en deportistas de alto rendimiento. Junto con esto, ella estudia kinesiología en la Universidad Andrés Bello, institución conocida por dar apoyo con becas a atletas nacionales.
Le hubiese encantado dedicarse solo a la gimnasia rítmica, pero no es algo sustentable, económicamente hablando. El ya conocido dilema del poco apoyo estatal a los y las deportistas chilenos está más que presente en la gimnasia rítmica. “Nosotras no entrenamos en el Car o en el Ceo, que son los lugares donde todos entrenan. La ropa que tengo es porque me la regalaron en verdad, porque cuando vas a juegos te regalan la ropa, pero si no uno se la tiene que comprar con plata propia. Cuando haces pretemporadas afuera, también debes pagártelo tú mismo; solo para las competencias te pagan el pasaje y la estadía” cuenta la seleccionada nacional. Que, sin embargo, mantiene cierto optimismo a que la situación mejore gracias a los juegos panamericanos de este año, por el buen rendimiento de Chile y la visibilidad que esto les otorgó a los deportes nacionales.
Como institución, nos sentimos plenamente orgullosos y felices de que a ella le esté yendo tan bien. Y no nos limitamos al ámbito deportivo, pues además de una destacada gimnasta, es una futura kinesióloga, excelente persona y un recordatorio de que, si hay talento, y se trabaja duro, el éxito llegará, tarde o temprano.
